miércoles, 25 de noviembre de 2009

Titulares 25 Nov 2009

-Barack Obama viaja a Bolivia para recibir el Novel de La Paz.

-Récord histórico de ediciones de prensa amarilla en China.

-Niño desaparecido seguía en sus trece.

-Un descendiente de James Mathew, el creador de "Peter Pan", exige derechos de autor a más de un centenar de panaderías.

-Cerca de un millón de españoles emigran al extranjero en busca de aparcamiento.

-Carolina Herrera saca nueva línea de cuchara de palo.

-Bañador de colores deja el culo blanco.

lunes, 23 de noviembre de 2009

La fuerza

Voy acercándome al final de la novela de Dostoyevski. Cada día, sin exceptuar ni uno, he tenido ganas de anotar una frase o un párrafo entero y copiarlos sencillamente en Avicena. Pero en ninguna de las ocasiones he tenido la resolución suficiente como para hacer una pausa en la lectura y ponerme a copiar. Hoy, sin embargo, me he topado con una frase tan corta y tan bien puesta que por fin me he decidido.

Al empezar la cuarta parte del libro Dostoyevski hace un repaso sobre la personalidad de uno de sus personajes, un hombre joven "de deseos fogosos y apremiantes" y dice de él:

"La impetuosidad de sus deseos se le antojaba su fuerza".

No he podido evitar que me vinieran a la cabeza multitud de casos en los que se reconoce esa frase. Y cuando digo "casos" me refiero tanto a personas que conozco como a momentos de mi propia vida en los que he cedido a la tentación y me he portado como un fatuo.

Ésta no es precisamente la mejor frase del libro ni su idea más brillante, pero resume mi visión sobre un tema en el que he estado pensando últimamente y por eso me he animado a copiarla. Resulta que hace poco oí hablar sobre una pareja que discutía y en la que el hombre hacía aspavientos y hablaba a voces con la expresión crispada y sin dejarse interrumpir a base de aumentar el volumen. El comentario de uno de los que lo contaba fue "ella es más débil". Esa idea es completamente opuesta a la que yo tenía y me desconcertó.

A mi modo de verlo la persona que pierde los nervios y se pone a gritar en una discusión es una persona débil, porque no sabe controlar sus impulsos más primarios. Es fácilmente irritable y por tanto manipulable (me viene a la cabeza el juicio de "Algunos hombres buenos"). Una persona en ese estado de exaltación no puede pensar con claridad y medir sus palabras para no sobrepasarse, por lo que, aunque empiece con una idea acertada, se equivocará. Ese tipo de personas, en el mejor de los casos, se pasa la vida pidiendo perdón y tragándose sus palabras; en el peor de los casos el orgullo le hace seguir en sus trece defendiendo ideas que en el fondo no le convencen y tratando de convencerse de ellas.

A mi modo de verlo, en el caso que contaban, "ella" era más fuerte. Porque sabía evitar una pelea que no habría merecido la pena y sabía mantener las ideas frías y dejar en evidencia los errores del otro. No se pasaría la vida arrepintiéndose y avergonzándose de su comportamiento animal. "Ella" tenía la fuerza suficiente para dominarse.

Ésa es mi idea de persona fuerte, y no la de el que se va dando un portazo como si el portazo, o su "ímpetu" en general, demostraran razón, valía, dignidad o cualquier otra cosa que no sea fatuidad. Por eso me ha encantado encontrarme esa idea reflejada en la frase de Dostoyevski. Ha sido como saberme comprendido. Comprendido por alguien de quien el propio Nietzsche dijo que había sido el único que le había enseñado algo sobre psicología. Para mí es suficiente.

Prometo una entrada sobre la literatura de Fiodor (en la medida en qeu la conozco, así que será breve) cuando termine "El Idiota".

viernes, 20 de noviembre de 2009

Esteeee... ¡otro más!

No tengo intención de utilizarlo muy a menudo, pero quiero tenerlo ahí para cuando lo necesite. Sigo con esa idea de tener un blog para cada cosa y así, haga lo que haga, tengo dónde publicarlo.

He abierto un blog para viñetas, y con este ya van cuatro.

Ya, ya lo sé. Lo que realmente necesito es un trabajo.

Actualizado "Polo Estable "

Va a un ritmo lento, de unas dos entradas al mes, pero va creciendo. Ayer subí un artículo nuevo a "PoloEstable", el blog de automática. Trata sobre el origen de la curva de par de las turbinas de álabes fijos y su influencia en el control de potencia a través del control de par del generador.

Que el par os revolucione.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Paradojas de la comunicación

Anoche recibí una invitación a Google Wave. No voy a perder el tiempo explicando qué es porque Google lo explica ya bastante bien y porque confío en que dentro de poco todo el mundo lo habrá aprendido conmigo o sin mí. Baste con decir que lo llaman "el correo del futuro" (cosa cierta a día de hoy pero falsa en cuanto el producto salga a la luz de manera oficial. Breve Veritas). Nada más recibirla me puse a ver el vídeo con la presentación de la versión beta actual y me he quedado realmente impresionado con las posibilidades que ofrece. Entre ellas (aunque no los las más representativas) ponían ejemplos de traducción simultánea a otros idiomas y la capacidad de insertar documentos embebidos (pdf's, vídeos...). La verdad es que, a día de hoy, este correo del futuro me permite hablar solamente con cuatro personas y hay una de ellas a las que no conozco. Y la herramienta de traducción simultánea debe estar aún en desarrollo, porque no la he encontrado por ninguna parte. Finalmente he usado el GW para chatear un rato (de una forma bastante divertida) con un amigo que vive aquí al lado al que vi ayer, al que he vuelto a ver un par de horas después y al que volveré a ver mañana.

Por otro lado, precisamente ayer recibí un paquete por correo. Me refiero al correo clásico, al de avión-tren-camionetaamarilla. En fin, "el correo del pasado". Se trataba nada menos que de una carta de mi amigo el Uzbeco al que estuve ayudando con su tesis hasta el final. Resulta que, con la carta manuscrita, me había adjuntado un documento: Un libro de Honoré de Balzac en versión alemana que me regala por mi ayuda con su tesis. Nada más recibirlo comencé a leer la carta, que está redactada en inglés y con los renglones caídos a medida que avanza cada carilla.

No he podido evitar sorprenderme un momento por el contraste de estas situaciones: El correo del futuro me permite hablar en la web con mi vecino al que veo a diario y no tiene la herramienta de traducción que todos esperamos que nos una sin necesidad de aprender idiomas, mientras que por el arcaico correo tradicional un uzbeco escribe en inglés a un español una carta con el libro de un francés en versión alemana. Una paradoja ante la que mi corazón clásico y enamorado del susurro del papel (perdonad que me enternezca en público) no puede dejar de sonreír.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Titulares: Matemático ruso demuestra que no

Bladomir Derívadov, matemático ruso de la ciudad de Omsk, ha demostrado que no.

"Este descubrimiento supone un bofetón en toda regla a la sociedad matemática americana, que siempre pensó que sí (y hasta lo postulaban como hecho cierto)" dice satisfecho Bladomir Derívadov que, al parecer, habla español.

A la pregunta de: -"¿ Cómo ha conseguido demostrar que no?", él respondió con sencillez:


"Yo pensaba que sí, y luego vi que estaba equivocado, de donde se deduce que no. Es lo que en matemáticas se llama reducción al absurdo"

-"pero tuvo usted que demostrar que estaba equivocado..."

"Si, bueno, la verdad es que no habría sido capaz de hacerlo sin la ayuda de mi mujer.
Todo se lo debo a ella. Ella siempre ha estado convencida de que yo estoy equivocado. De hecho ahora que he publicado mi demostración empieza a creer que sí".

-
"¿Esta nueva teoría no entra en conflicto con la variable depende?"

"Bueno, en primer lugar: no es una teoría, es un teorema demostrado. En segundo lugar, la variable depende no es un teorema matemático, por lo que no está en oposición a mi terorema. La variable Depende es más bien un enfoque, un método analítico o incluso una filosofía. Ambos son perfectamente compatibles".

-" ¡Caramba, cualquiera lo hubiera dicho!. ¿Podría usted ponernos un ejemplo?"

" Por supuesto. Si le pregunta a un gallego (o a un pastor andaluz) si debería utilizar Comic Sans en un documento él le responderá: -depende, ¿Su documento va a ser visto en público?-. Sin embargo, a pesar del enfoque Depende, le diga usted lo que le diga la respuesta será siempre que no. Como ya predecía mi teorema".

-"¿Crée usted que este descubrimiento tendrá una gran influencia en el desarrollo de la ciencia?

"No.
... Aunque sí es cierto que ya ha surgido un grupo de seguidores de mi torema que se encuentran ahora mismo investigando posibles consecuencias que podría tener. Nuevos resultados como:
-qué va-, -que no, hombre, que no- o incluso -ni de coña-".

lunes, 9 de noviembre de 2009

Sobre "Nunca"

"Nunca" es un curioso caso de relato en primera persona en el que el personaje habla a modo de confesión, pero no le habla al lector directamente, cosa que lo diferencia del modelo clásico de relato en primera persona, sino que habla a un segundo interlocutor que no participa, aunque se hace notar de forma sutil. El lector permanece anónimo. Es un diálogo en el que sólo se oye una voz. La sensación es la de haber leído una historia contada por terceros pero sin la voz del tercero o, incluso, la de haber presenciado una conversación de forma casual. Con esto sale ganando el carácter intimista del relato.

El tiempo del relato es el presente. Se utiliza la exposición del estado anímico del personaje como excusa para contar la historia, sin embargo, las menciones al pasado son breves y con poco detalle, para no perder nunca la noción del presente, cosa que aviva la impresión de estar presenciando una confesión. Es una historia que, por decirlo de algún modo, se comprende sin que realmente se narre.

Este tipo de relato, con ser poco frecuente, no es sin embargo nada nuevo. Juan Rulfo lo utilizó ya en "Luvina" de forma magistral con ciertas intervenciones de un narrador, pero también sin alusiones al lector y con una sola voz en la conversación. Aunque es posible que Rulfo no fuera el primero en utilizar esta técnica, sí es, seguramente, el caso más notorio de los que ha habido y es él quien lo ha dado a conocer mundialmente.

En comparación con "Luvina", "Nunca" carece de referencias al entrono (en el caso de "Luvina" el diálogo se da en un bar con ruidos de niños fuera, se nombra la cerveza, al camarero, se habla de la luz del día y de los comejenes chocando con las bujías...). Esa carencia de elementos visuales hace menos palpable la imagen del escenario, cosa en la que "Nunca" sale perdiendo. Por otro lado se favorece así la brevedad del relato centrando la atención en los puntos fundamentales: la historia en pasado y el estado del personaje.

La confesión falla, quizás, en su final, donde se pierde la conexión del personaje con el interlocutor tratando de buscar un final rotundo y emotivo, pero estropeando así la intimidad del narrador y el "anonimato" del lector.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Ideas modernas

Yo, lo admito, era antes un tipo con unas ideas muy antiguas y algo cortas. Creía, por ejemplo, que había dos tipos de personas: las que suelen buscar sólo el bien propio y las que suelen buscar el bien de los demás. Bueno, y un tercer grupo en el que estaríamos todos los que algunos días ayudamos al vecino a subir la compra y otros días, en cambio, le damos rápido al botón del ascensor para que no nos estorbe ni nos haga esperar; los que no nos decidimos y andamos siempre cambiando del primer al segundo grupo y de nuevo al primero. A mí me caían bien las del segundo grupo y mal las del primero. Yo era un ignorante.

Por suerte tengo un amigo que es más inteligente que yo. Una mente extraordinaria capaz de ideas más modernas y avanzadas. Un amigo con una grandísima capacidad en lo que se refiere a la psicología. Éste amigo, hace tiempo ya, me abrió los ojos. Él me hizo entender que todos somos egoístas. Que el ser humano es así sin excepción: todos buscamos nuestro bien particular y punto. Y cuando uno ayuda a otro, no lo hace por altruísmo, sino que, muy en el fondo, lo hace para que le admiren. Y cuando lo hace sin que le vean (de modo que no lo puedan admirar) su motivo es sentirse bien con eso; satisfacer su propia conciencia. En realidad éstos, además de ser egoístas, se engañan a sí mismos y se creen mejores personas que los demás.

Mi inteligentísimo amigo tenía razón y me ha cambiado la manera de ver el mundo. Ahora creo que hay dos tipos de personas: Los egoístas que sólo se sienten bien al satisfacer sus intereses personales y los egoístas que se sienten bien satisfaciendo los intereses de los demás. Me siguen cayendo bien los primeros (y coincido con ellos en que son mejores personas) y mal los segundos, y sigo estando en un grupo intermedio que aveces da caricias y a veces bofetones. Como veis, este nuevo planteamiento es, no cabe duda, enteramente distinto al anterior. Enteramente.

Con el tiempo he ido conociendo más gente con las modernas y avanzadas ideas de mi amigo (son pocos, la gente tan brillante no abunda) y, curiosamente, todos son antes del primer grupo que del segundo.

Que la fuerza os acelere.

martes, 3 de noviembre de 2009

Estiércol para el campo

Esta mañana me han sorprendido con la noticia de un escándalo en la página de facebook. Soy de los que piensan que no hay que airear mucho este tipo de noticias, que es mejor pregonar las buenas, porque, como se sabe, el morbo le da la vuelta a la tortilla y hace que termine pareciendo que las vidas escandalosas son las únicas que existen y se olvida uno (o si no se olvida, por lo menos deja de sentirlo) que lo más abundante (y por tanto "normal" en todas las acepciones de la palabra) son las vidas rectas y las intenciones limpias. Por eso me lo he pensado dos veces antes de escribir este post, aunque, finalmente, he visto la oportunidad de sacar algo bueno de la noticia, una opinión más edificadora que las típicas "hay que ver cómo está el mundo", nada muy rotundo en realidad, sino sólo una pregunta que considero interesante; algo como señalar brevemente en en otra dirección no muy concreta.

La noticia trata de un caso de pederastia: un profesor de mi universidad ha sido condenado por descargarse de la red contenido pornográfico infantil. Parece ser que le han caído dos años en vez de cuatro por haber confesado. La noticia no dice el nombre (y creo que prefiero no saberlo), pero es un profesor de mi facultad y, en concreto, del departamento de mi especialidad. Así que debo conocerlo de vista y hasta es muy probable que me haya dado clases. Para mí ha sido gran un impacto.

Sin embargo, lo que más me ha llamado la atención es lo siguiente: Quizás (seguramente) al artículo le falte información sobre los hechos y los cargos, pero no dicen nada de que él haya distribuído material pornográfico infantil, ni de que haya filmado a menores o abusado de alguno. Según informan, él ha cometido ese... delito en su intimidad y sin implicar a nadie más. Y me asombra, porque ése es un aspecto de la ley que yo desconocía, me refiero a que no sólo obliga a respetar la libertad, los bienes y los derechos de los demás, sino que también obliga a ser una persona recta en la intimidad y con ésto he empezado a descubrir (supongo que para el que sabe de leyes no debe ser ninguna sorpresa) que la ley se parece a la moral mucho más de lo que yo pensaba. Quizás sí que sea delito emborracharse uno en su propia casa...

No me malinterprete nadie. Mi objetivo no es criticar ese aspecto de la ley. Sencillamente me asombra porque lo desconocía. Lo que me pregunto (y es a lo que voy) es qué pensarán de esa faceta moral de la ley todas esas personas que dicen pestes de la moral como si la moral fuera una enfermedad. Toda esa gente (me viene a la cabeza "lo mejor que le puede pasar a un croissant") que promueve que todos los instintos son naturales y por tanto buenos y que no hay motivo para no vivir para el placer (ahora me acuerdo de Martín Hache y Eusebio Poncela). Éste profesor de universidad estaba viviendo para el placer y, la verdad, no me convence.

Seguro que alguno habrá que, de leer esto, trataría de convencerme de que ese hombre es un enfermo y que ahí es donde está el problema, no en el liberalismo moral. Lo entiendo, pero no lo creo. No creo que ese hombre sea un enfermo, antes creo que todos los hombres somos capaces de lo mismo si nos ponen en una determinada situación y, sobre todo, si no nos ponemos barreras a la hora de actuar.

En fin, ni la noticia ni la discusión moral son algo nuevo, pero esta vez me ha tocado cerca. Creo que voy a empezar a hacerme públicamente partidario de alguna postura que critique el "vivir para el placer". Oí que Ana Belén lo llamaba "reprimirse". Es cuestión de nombres. Yo lo llamaré "vencerse", "superarse", "dominarse" o "dirigirse".

He quitado la noticia de mi página de facebook, creo que esta "disertación" (aunque sé que no es de mucha altura) es más beneficiosa para todos.

Que la fuerza os acelere.