miércoles, 21 de octubre de 2009

Donde dije "digo"

Leo mi última entrada en el blog y no me reconozco. Está claro que no la he escrito precisamente con buen estado de ánimo. Nunca suelo reaccionar así. Cuando alguien me pide perdón por algo suelo pensar que no tiene necesidad de hacerlo, y si alguna vez pienso que sí la tiene, perdono lo más rápidamente posible para que se olvide la situación.

El caso que me ha llevado a escribir la entrada anterior es un excepción. Viene de un problema reciente con una persona que dice de sí misma que tiene muy poca paciencia y que hace poco me ha pedido perdón, con su orgullo por delante, por uno de sus comportamientos impacientes. Eso es quizás lo que me ha puesto tan de mal humor, su forma de exigirme el perdón (porque efectivamente, me lo ha exigido) sin dejarme decirle ni una palabra y sin ceder realmente en su postura, sino con frases ambiguas: "soy humano y tengo defectos..." y eso sí, repitiendo tres o cuatro veces la frase "no voy a coartar mi libertad". En fin, una situación que tiene alrededor de quince años de precedentes y a la que, por fortuna, le queda ya muy poco.

Corrijo lo que dije en mi entrada anterior. El modo de proceder que describo no es el mejor, es una excepción en mi vida que va a quedar así pero como excepción. Donde dije "digo" queda el "digo" pero rodeado de "Diegos" por todas partes y hasta el horizonte.

Flexibilidad, convivencia y que la fuerza os acelere.

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